Forza Horizon es la nueva franquicia de los chicos de Turn 10 y Playground Games, una nueva saga que hará las delicias de los amantes de la automoción que surgió en una cena de amigos en la que la pasión por los coches era notable y por la cual se decidió llevar a cabo este ambicioso proyecto para Xbox 360. Forza Horizon ha sido realizado por carlovers para carlovers, así que del mismo modo, el análisis que vais a leer a continuación tendrá la misma esencia, de amantes de los coches para amantes de los coches.

Imaginamos que ya todos sabéis de que va el título que acontece en estas líneas pero por si acaso os haremos un pequeño resumen. Como ya es conocido por todos y todas, Forza Motorsport es una franquicia creada por un grupo de aficionados a los vehículos de cuatro ruedas, en la que podemos disfrutar de una simulación de conducción digna de los mejores títulos de PC para nuestra Xbox 360. Lo más importante de esta saga, sin duda, ha sido ofrecer al usuario, una reproducción fiel de las sensaciones que tenemos al volante en un coche, ya sea de calle o de competición.
De este modo y tras cuatro entregas, cada cual mejor que la anterior, Turn 10 y Playground Games decidieron que era hora de salir de los circuitos y pasar al territorio de la gran mayoría de los carlovers. Forza Horizon se centra en el festival del mismo nombre, el festival Horizon, situado en Colorado, donde encontraremos un gran número de pruebas, un ambiente impresionante y sobre todo coches de infarto.

En la localización del título podremos disfrutar de sinuosas carreteras de montaña, largas autopistas y zonas urbanas que podremos recorrer desde el principio en su totalidad. Es aquí donde entra en juego la parte arcade de Forza Horizon, se puntuarán las derrapadas que hagamos, situaciones de riesgo, encontraremos un centenar de carteles de descuento para las piezas que instalemos en nuestro coche y un buen número de retos fuera de las carreras tradicionales.
Para nosotros el reto que más nos ha gustado es el de encontrar los nueve coches abandonados que estarán escondidos en los lugares más recónditos del mapa. En cualquier momento en el que estemos circulando, se nos avisará de que por la zona en la que nos encontramos se ha visto un coche abandonado, en este momento quedará marcada la zona en nuestro mapa y podremos buscarlo para apoderarnos de estas auténticas joyas automovilísticas que encontraremos en algún garaje mugriento o viejo granero. Una vez los encontremos, nuestro amigo Dak, el mecánico del festival Horizon nos lo pondrá a punto y pasará a formar parte de nuestro garaje particular.

La parte de simulación se centra en el control del coche y su motor de físicas, que ha sido heredado directamente de Forza Motorsport 4. Hemos de decir que este motor de físicas ha sido suavizado ligeramente, es notable en comparación con la anterior entrega, pero no resulta un cambio exagerado, una decisión acertada y que sirve para ofrecer a los usuarios una jugabílidad ajustada al entorno del juego.
En este Colorado virtual encontraremos tráfico y contrincantes por cualquier carretera por la que nos desplacemos y esto le da al juego mucha vida. La sensación de estar realmente en Colorado es bestial, todo tipo de tráfico, turismos, camiones, autobuses y muchos contrincantes haciendo carreras o simplemente recorriendo las carreteras tranquilamente disfrutando del paisaje, del mismo modo en que lo hacemos nosotros, ya que todo lo que nos rodea, montañas, lagos, etc., se muestran en pantalla con un aspecto sublime y encontraremos parajes dignos de admiración que harán nuestros viajes mucho más amenos.

Como no es oro todo lo que reluce aquí aparece el primer “pero” del juego y es que, aunque el tráfico se mueve bien y parece muy real, los NPC, es decir los contrincantes que encontramos por las carreteras de Colorado, tienen una IA demasiado agresiva e incluso absurda en algunas ocasiones.
Esto es porque parece que la IA ha sido tomada de Forza Motorsport 4 y modificada para adaptarla al título, pero se producirán muchos momentos en los que colisionarán con nosotros o provocarán situaciones arriesgadas. Así que habrá que estar atentos al navegador de la pantalla para asegurarnos si vienen 4 ó 5 locos por la carretera envueltos en una carrera ilegal que pone en peligro a todos. Aunque bien pensado, esto por desgracia, también se da en la vida real.
Como os decíamos, el motor de físicas ha sido suavizado para poder disfrutar de este mundo abierto repleto de coches, así que los choques frontales serán de risa si lo comparamos con Forza Motorsport 4, y claro está, la decisión tomada por los desarrolladores para que disfrutásemos del juego ha sido la de eliminar los daños mecánicos y sólo mostrar daños estéticos.

Al principio no entendíamos muy bien el porqué de esta decisión, pero es cierto que al circular a altas velocidades constantemente entre el tráfico, más los locos que encontraremos a nuestro paso, es un factor a tener en cuenta ya que si se hubiesen añadido los daños mecánicos tendríamos que estar continuamente llevando el coche al taller y nos acabaría cansando.
Aunque por supuesto podrían haber dado la opción al usuario y que este decidiese si activar estos daños o no y ver si somos capaces de mantener nuestro vehículo intacto durante la experiencia de juego.
Otra cosa importante del motor de físicas es que hace alusión a la física de los neumáticos, que es una gran aportación de la experiencia de ambas partes, la gente de Turn 10 aporta las físicas de neumáticos sobre asfalto y los chicos de Playground aporta las físicas de estos sobre tierra o barro, porque sí, como habéis leído, en Forza Horizon hay un buen puñado de carreteras de tierra o barro que harán las delicias de los amantes a este tipo de trazados y no solo eso, la hojarasca que reposa sobre el asfalto se volverá un duro oponente a tener en cuenta ya que como en la vida real, el agarre de nuestros neumáticos se verá afectado al pisar las hojas caídas de los árboles.

Dada la variedad de carreteras que encontraremos en Horizon tendremos a nuestra disposición, previo pago de unos cuantos créditos, distintos tipos de vehículos y esta vez sí, encontramos sentido al uso de SUV’s o todo terrenos. Tampoco podía faltar en el juego el gran catálogo de piezas para nuestros vehículos, contando con todas las opciones de Forza Motorsport 4 para mejorar la potencia, el agarre de los neumáticos, el motor o la aerodinámica de nuestros coches, pero lamentablemente no podremos configurar nuestro tuneo a gusto de consumidor.
Si recordáis en toda la saga Forza Motorsport, una vez preparado nuestro coche, se nos daba la opción de configurar una larga lista de variantes en la relación de transmisión, la velocidad de los diferenciales, la presión de neumáticos, altura, dureza, rebote de la suspensión y nos podríamos tirar así horas y horas para equilibrar del modo que más nos gustase cada coche para cada circuito.

En esta ocasión se ha optado por no incluir estas opciones y esto sí que no entendemos porque. Es algo que nos parece más o menos grave ya que si le sacamos, por ejemplo, 200 CV a un Toyota supra, este se tornará una bestia indomable a la que no podremos regularle el par, la dureza de la suspensión para evitar sobre virajes y un largo etc.
Vale, ya sabemos lo que estáis pensando, estos tíos son unos frikis y quieren tirarse horas y horas en el taller de sus bólidos virtuales… ya, pero como os decíamos, este es un juego hecho por amantes de los coches para amantes de los coches y el que escribe estas líneas es un profesional del motor y gran aficionado y claro está, echa en falta este aspecto característico de la saga Forza.
Por suerte, en el aspecto artístico han mantenido todo el sistema de pintado y decorado clásico e incluso podremos importar nuestros diseños de Forza Motorsport 4 a Forza Horizon. Otro aspecto importante es el apartado jugable del título, que, como era de esperar, en Forza Horizon disfrutaremos de las cámaras heredadas de su predecesor, pero aquí encontramos un problema, a nuestro parecer, demasiado grande.

Tan sólo en la cámara de Cockpit, es decir la cámara del interior del coche, dispondremos de dos retrovisores, central y derecho o izquierdo dependiendo de la procedencia del vehículo y al no poder utilizar el headtracking de Kinect (sólo podremos usar comandos de voz para el GPS), el retrovisor lateral tampoco se ve demasiado. ¿Cuál es el problema entonces? Muy fácil, os explicamos nuestro motivo de enfado con este detalle.
Como buenos amantes de los simuladores de conducción, en ZonaPixel jugamos estos títulos con volante y cambio manual con embrague, el problema es que al no haber una opción para desactivar la capa de las manos y volante del coche en cuestión, jugaremos siempre viendo cuatro manos y dos volantes, es decir nuestro volante, nuestras manos y las representadas en nuestro coche virtual. Esto produce un cierto rechazo a la hora de sumergirnos en esa sensación de simulación que pretenden todos los Forza.

Otro problema es que esta cámara y por el mismo problema, aleja mucho la distancia desde nuestra posición a la del morro del coche y tendremos menos precisión, aunque esto es como todo, cuando te acostumbras y te haces al control se juega exactamente igual que con cualquier cámara del juego. Lo que echamos en falta es esa opción para desactivar la capa de volante/manos y sentir realmente que estamos en el interior del coche del mismo modo que hacen los simuladores que encontramos en PC.
Vale, no es el fin del mundo, podemos elegir la cámara frontal o de capó, pero aquí es cuando vemos el problema del que os hablábamos. En el resto de cámara del juego, no dispondremos de un retrovisor, ni siquiera uno central, con el que poder evitar accidentes o tapar los ataques de nuestros contrincantes en las carreras y eso si que es un fallo enorme. ¿A qué es debido? Pues muy fácil, como os hemos dicho al principio de este análisis, Forza Horizon es un producto muy ambicioso para Xbox 360 y claro está, encontrándose la consola al final de su vida, no da para más.

Así pues, han bajado la tasa de frames a 30, en lugar de los 60 estables de Forza Motorsport 4. Porque sí, Forza Horizon luce un aspecto gráfico increíble, no aparecerán los objetos a nuestro paso y goza de unas características envidiables ya que todo lo que veamos en el horizonte estará siempre en pantalla y sin duda alguna es todo un logro por parte de los desarrolladores, pero insistimos en que no entendemos la falta de un retrovisor que nos sirva de ayuda y tampoco nos gusta que la tasa de frames se haya bajado porque sinceramente se nota y le quita la fluidez con la que disfrutamos de la franquicia Motorsport.
Todo tiene un precio y está claro que este abrumador aspecto gráfico debía conseguirse con esta bajada de frames y a pesar de que resulta notable, al menos para nosotros, lo que se consigue en este juego es increíble. Mientras transitamos las carreteras de Horizon podremos admirar un sinfín de detalles que darán más vida aún si cabe al juego. Si observamos el horizonte podremos ver globos aerostáticos, montañas nevadas, cascadas, etc. Todo ello aderezado con un motor de luces asombroso, con cambio noche y día dinámico incluido.

Veremos pasar las horas de luz como en la vida real, eso sí, con ciclos de 30 minutos. Si nos detenemos a observar el paisaje, podremos apreciar el movimiento de las sombras, según la posición del sol, los rayos de luz atravesando los árboles al atardecer y muchísimos detalles lumínicos. Al caer la noche este juego de luces cobra casi tanta vida como por el día.
Los faros de nuestro coche se encenderán, del mismo modo que el del resto de vehículos, veremos los reflejos de nuestros faros en los guarda raíles, en las ventanas de las casas, los faros de los otros vehículos a lo lejos (a tanta distancia como nuestro ojo sea capaz de vislumbrar) y el festival horizon se vuelve una fiesta alucinante repleta de focos, fuegos artificiales y muchísimo ambiente.

En definitiva y a pesar de los pequeños fallos y la falta del dichoso retrovisor central en las cámaras del título, Forza Horizon es un imprescindible para todos los amantes de los “simuladores” de conducción que mezcla lo mejor del género y que nos ofrecerá un más que buen número de horas para disfrutar de todos los retos que nos propone o simplemente para darnos una vuelta en nuestro coche favorito mientras escuchamos buena música.